sábado, 22 de julio de 2017

FIGURAS RETORICAS

Las Figuras Retóricas Figuras Literarias son mecanismos que alteran el uso normal del lenguaje con el fin de obtener un efecto estilístico.

Las Figuras Retóricas ayudan a captar la atención, sorprenden por su originalidad y poseen un gran poder sugerente y persuasivo permitiendo una comunicación más eficaz. 

Las Figuras Retóricas no solamente se emplean en el lenguaje literario sino también en el periodístico, el publicitario y el político entre otros. También las usamos en el lenguaje cotidiano sin apenas darnos cuenta:

  • ¡Te lo he dicho un millón de veces! → estamos utilizando una Hipérbole.
Las Figuras Retóricas se pueden clasificar según:


POPOL VHU

El Popol Vuh es sin lugar a dudas el más importante de los textos mayas que se conservan. Se distingue no sólo por su extraordinario contenido histórico y mitológico, sino por sus cualidades literarias, las que permiten que se le pueda colocar a la altura de grandes obras épicas como el Ramayana hindú o la Ilíada y la Odisea griegas. Como éstas, el Popol Vuh no es un simple registro histórico, es a final de cuentas –como bien ha dicho Alan J. Christenson, autor de un reciente estudio y una traducción del texto quiché– una declaración universal sobre la naturaleza del mundo y el papel del hombre en él.
El contenido se puede dividir en los siguientes apartados:
La creación. En la primera parte del Popol Vuh, los dioses hacen surgir del mar primordial los valles y las montañas, y crean las plantas y los animales. Deciden crear a seres que los veneren y les hagan ofrendas. Los tres primeros intentos fracasan; en el primero las criaturas son los animales de cuatro patas y las aves, pero como son incapaces de hablar deciden hacer un segundo intento. En éste forman una criatura de lodo, pero ésta se disuelve al mojarse. En el tercer intento hacen hombres de madera, pero éstos son incapaces de venerarlos, por lo que deciden castigar su soberbia con un huracán y provocan que sus animales, sus herramientas y las piedras de sus casas se vuelvan contra ellos; los monos son los descendientes de aquellos hombres de madera. En el cuarto intento logran su propósito y crean al hombre, al que forman con maíz. Estos hombres, que saben cumplir sus obligaciones con sus creadores, son capaces de ver todo, en el tiempo y en el espacio, por lo que los dioses deciden nublar su visión. Ésta es la humanidad que ahora puebla la tierra.
Los héroes divinos. Además del recuento de la creación del mundo y los hombres, en el Popol Vuh se relatan las aventuras de los héroes divinos, que limpian de obstáculos para el hombre al mundo y establecen las pautas de conducta adecuada para la humanidad. En esta parte del libro los protagonistas son varias parejas, comenzando por Xpiyacoc y Xmucané, seguidos por sus hijos, nueras y nietos. Xpiyacoc y Xmucané fueron los primeros ajq’ij, “guardianes de los días”, los adivinos que interpretaban los augurios del calendario sagrado de 260 días. Sus dos hijos, quienes llevaban los nombres de dos de las fechas de ese calendario, fueron Uno Hunahpú y Siete Hunahpú. Los primeros hijos de Uno Hunahpú, los gemelos Uno Mono y Uno Artesano, se convirtieron en los patronos de todas las artes, incluida la escritura. Tiempo después, Uno y Siete Hunahpú procrearon juntos a otra pareja de gemelos llamados Hunahpú y Xbalanqué, cuya madre fue Xkik’, hija del señor del inframundo. Las aventuras de estos dos últimos gemelos transcurren en dos escenarios. El primero es la superficie de la tierra; el segundo, el inframundo, el Xibalbá. Los eventos en cada escenario aparecen combinados: los héroes pasan de la faz de la tierra al inframundo y viceversa. Esos movimientos, con los de los otros participantes en las historias, prefiguran los movimientos del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas. Al final de la saga, Hunahpú se eleva para convertirse en el Sol y es seguido por Xbalanqué, quien asume el papel de la Luna llena.
Historia del linaje quiché. El resto del libro relata la historia del linaje quiché, cuyos fundadores se encontraban entre los primeros seres humanos, desde aquellos tiem- pos inmemoriales hasta después de la conquista española.
Las imágenes que se muestran aquí fueron realizadas por Diego Rivera en 1931 para ilustrar una traducción al inglés del Popol Vuh realizada por John Weatherwax, quien solicito a Rivera las acuarelas, aunque no llegó a publicarlas. Recientemente el Fondo de Cultura Económica realizó una edición con esas láminas.

HISTORIA LITERARIA


Historia de la literatura latinoamericana 

literatura prehispanica

Es el conjunto de manifestaciones de las grandes culturas que existieron en nuestro continente antes de la llegada de los españoles.
La literatura prehispánica es el conjunto de expresiones literarias propias de las culturas autóctonas de nuestro continente. Han llegado hasta nosotros, gracias a la tradición oral y a las traducciones dé los cronistas.
Las mejores muestras de la literatura aborigen o prehispánica son de aquellas culturas más desarrolladas como la azteca, maya e inca, Esto no
significa que las demás culturas autóctonas (chibcha, guaraní, amazónicas, etc.) no poseyeran expresiones literarias, sino que su precariedad las hizo más endebles, llegando sólo el testimonio oral hasta nosotros.
CARACTERISTICAS:
• Anónima y colectiva- Sus creaciones literarias (poesías,
  mitos, dramas), carecen de un autor, porque-no les interesa
  dejar constancia de sí mismos, sino de la comunidad
• Agraria.- Consideran a la tierra, y en general a la naturaleza, corno su “gran madre”, de la cual recogían los frutos necesarios para vivir,
• Oral.- Fue creada en los diferentes idiomas de los pueblos
  conquistados: el quiche,   el nathual, el quechua o ninasími.
  Gracias a esto las tradiciones han sido trasmitidas de padres a
  hijos a través de generaciones, conservándose en la memoria de
  los pueblos. Aunque, se debe mencionar que los mayas
  utilizaron cierto tipo de escritura ideo gráfica y pictográfica, del
  cual sobreviven ciertos “códices.”
• Panteísta.- Tenía relación directa con los elementos de la naturaleza (sol, luna, rayo, jaguar, etc.) convirtiendo a todos ellos en seres animados a los que se rendía culto y adoración,
• Impresionista y nostálgica – Debido a que las emociones y
  sentimientos más disímiles (alegría, dolor, animosidad, etc.),
  son expresados de forma subjetiva y armoniosa.

LITERATURA COLONIAL:

El colonialismo es una doctrina política a través de la cual un país intenta dominar a otro, generalmente por la fuerza. La colonización europea de América comenzó con la llegada de Cristóbal Colón al continente, que implicó la conquista de los territorios donde vivían los aborígenes y la explotación de éstos.
España fue la potencia que logró una mayor presencia colonial en América. Su poderío le permitió derrotar a los dos imperios más grandes de la región: el Imperio Azteca y el Imperio Inca.
La literatura colonial, por lo tanto, es aquella que tuvo lugar en América mientras las potencias europeas mantenían el control político y administrativo. En sus relatos se combina la tradición literaria de Europa con la cultura americana autóctona, en un contexto de continuas luchas por el poder y sueños independentistas.

LITERATURA DEL SIGLO XIX :

El siglo XIX es el siglo del liberalismo, una ideología que se conforma como movimiento político-social en toda Europa a partir de la Revolución Francesa (1789)

Primera Mitad del siglo XIX: el Romanticismo

La estética y temática del romanticismo literario giran en torno a dos centros de una misma elipse: a) individualismo y subjetivismo y b) exaltación de la libertad
Segunda Mitad del Siglo XIX: Realismo y Naturalismo
El Realismo desarrolla ciertas facetas del Romanticismo, intensifica algunos de sus aspectos, prescinde de otros e innova. A partir de la década de los 80 aparece una nueva corriente novelística, procedente de Francia, que se llamó Naturalismo
LITERATURA CONTEMPORANEA:
La literatura contemporánea engloba la producción literaria “occidental” (producida en Europa y América) durante la Edad Contemporánea, es decir, a partir de la época de las revoluciones (tanto la Americana como la Francesa). Es un concepto difícil de aplicar a la literatura dado la intrínseca imbricación de la mayoría de las obras con sus antecesoras históricas, pero en este caso es un concepto definido más por valores de originalidad y ruptura estética que por cuestiones puramente cronológicas. Al igual que el arte moderno, la literatura contemporánea -también llamada moderna- se conoce así no únicamente por haber sido escrita sobre todo a partir del siglo XIX, sino por romper drásticamente con lo anterior
Esta literatura contemporánea ha vivido varios movimientos o estilos literarios bien definidos. El primero fue el romanticismo, un movimiento no sólo literario sino también cultural y político. El rechazo de la razón, la libertad como causa suprema, y el sentimiento por encima de todo crearon obras basadas en el predominio del “yo”, la evasión y la libertad formal. Goethe, Walter Scott, Lord Byron, José Zorilla, Espronceda o Mary Shelley son algunos de los autores más representativos de esta escuela.
Tan representativa fue la anterior que la siguiente etapa del movimiento literario se conoció como postromanticismo, aunque básicamente es un concepto artificial que designa al parnasianismo, el simbolismo y el decadentismo, tres “evoluciones” diferentes del anterior tronco romántico.
El siguiente movimiento unificado llegó a mediados del siglo XIX y se conoce como realismo o naturalismo. Fue a su modo una reacción a los excesos románticos; conservó el costumbrismo anterior pero se libró del sentimentalismo, la fantasía y la anarquía formal. Nació con él la novela social, reflejo literario de la nueva sociedad de clases, y la novela psicológica, preocupada de los temperamentos y las motivaciones. Dickens, Pérez Galdós, Dostoievski, Émile Zola y Flaubert son algunos de los autores más representativos del movimiento.
Tras ellos llega la experimentación propia del Modernismo, que aunque en España se ciñe a una serie de autores concretos (Rubén Darío, Valle-Inclán…), internacionalmente se conoce como el inicio de las vanguardias. El elitismo frente a la cultura de masas, la deconstrucción y la experimentación encontraron en Hemingway, Proust, Joyce, Beckett, o Virginia Woolf algunos de sus mejores exponentes.
Tras la Primera Guerra Mundial la literatura entró de lleno en las vanguardias. Primero con el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, luego con una serie casi incontable de estilos personales y pura experimentación literaria. Jorge Guillén, Salinas, García Lorca, Luís Cernuda o Dámaso Alonso en España; Neruda, Huidobro y Mistral en Latinoamérica, Beaovir o Camus en la escena internacional son algunos de los más claros exponentes de este estilo.

HISTORIA LITERARIA


En la Literatura Hispanoamericana tratamos con el habla de los países americanos donde sus residentes practican el idioma español. Tenemos dos países excepcionales: el Paraguay donde junto con el español se reconoce un idioma verdaderamente americano, el guaraní, como lengua oficial. El otro caso es los Estados Unidos de América. A pesar de ser el inglés la lengua oficial, residen en él más hablantes de la lengua española que en la mayoría de las otras naciones y también es donde muchos de los más notables escritores de América Hispana en algún momento de su vida han radicado.
La Literatura Hispanoamericana tiene sus comienzos con la llegada de las tres carabelas de Colón. Cierto que en el Nuevo Mundo existían civilizaciones con culturas propias bien definidas. Desafortunadamente la mayoría de éstas fueron erradicadas. Aunque algunas han logrado sobrevivir, con las que trataremos en la literatura americana. Y todas, de una forma u otra, han influenciado las literaturas de nuestra América Hispana.
Común entre estas literaturas hispanas en América son sus comienzos en las crónicas de los conquistadores y los catecismos de los evangelizadores. Avanzan a un período de transformación, afectado por la influencia española, donde la conciencia criolla se desarrolla en identidad nacional. Y de ahí en adelante es donde se ponen interesantes.
Volverán a ocurrir transformaciones, de reflexión cultural, pero cada una de ellas, con cierta influencia de sus vecinos, toma su propio camino. Se vuelven a consolidar en el Modernismo, para sólo después retornar de nuevo a sus rumbos ya trazados.
Las circunstancias y estímulos que contribuyeron al desarrollo de estas literaturas son tan variados como las tierras del Nuevo Mundo, y tan numerosos como su población.
1. LITERATURA HISPANOAMERICANA
Literatura de los pueblos de México, Centroamérica, Sudamérica y el Caribe cuya lengua madre es el español. Su historia, que comenzó durante el siglo XVI, en la época de los conquistadores, se puede dividir a grandes rasgos en cuatro periodos. Durante el periodo colonial fue un simple apéndice de las literaturas, pero con los movimientos de independencia que tuvieron lugar a comienzos del siglo XIX, entró en un segundo periodo dominado por temas patrióticos.
Sin embargo, durante la etapa de consolidación nacional que siguió al periodo anterior, experimentó un enorme auge, hasta que alcanzó su madurez a partir de la década de 1910, llegando a ocupar un significativo lugar dentro de la literatura universal. La producción literaria de los países latinoamericanos forma un conjunto armónico, a pesar de las diferencias y rasgos propios de cada país. Para la literatura latinoamericana en portugués.



Resultado de imagen para LA LITERATURA HISPANOAMERICANA